La felicidad con la que marchamos en las calles con nuestros hermanos y hermanas era palpable este 1ero de mayo. Cantamos, bailamos, aprendimos, compartimos, lloramos y sonreímos tanto que nos dolían los cachetes.

Ni siquiera la policía de Nueva York pudo contener su admiración y apreciación del número de personas celebrando nuestro espíritu humano y marchando con determinación por millas por todas partes de la ciudad de Nueva York.

En un momento observé a un oficial sonriendo de oreja a oreja y le dije “El mundo está cambiando, ¿no?”. No esperaba una respuesta. Pero continuó sonriendo y me sacó el dedo pulgar en señal de aprobación. Yo saqué la cámara rápidamente, pidiéndole que por favor repitiera el gesto para el lente. No sólo lo hizo con paciencia, sino que además me dijo “no somos todos iguales”. ¡De acuerdo!

Más tarde le enseñé su foto a la fila de policías vestidos en uniforme anti-motines y los oficiales de camisas blancas que desplegados por Broadway en las áreas cercanas a Wall Street. Para mi alegría, casi todos sonrieron al verla, ¡hasta los que intentaron contenerse!

Es hora de reconozcamos que este espíritu tenaz no será reprimido fácilmente. Es hora de que los medios masivos dejen de delatarse, mostrando de esta manera tan obvia a quiénes sirven, y empiecen a reportar las noticias reales. Los tiempos realmente están cambiando, y pueden llegar con alegría y disposición o ser arrastrados a la fuerza por la ola poderosa del espíritu humano.

Yo sé que la alegría de nuestra resistencia continuará persistiendo hasta que la ola sea simplemente imposible de ignorar. El verano viene por ahí, saquen sus cámaras, sus plumas y su apoyo.

¡Solidaridad y alegría!

 

[versión original en inglés]

The joy with which we marched the streets with our brothers and sisters was palpable on May Day.  We sang, danced, learned, shared, cried, and smiled so much that our cheeks hurt.

Even the NYPD couldn’t help standing in awe and appreciation of the number of celebrants of our human spirit marching determinately for miles around so many parts of NYC.

At one point, I saw an officer smiling ear to ear, and said to him “The world is changing isn’t it?”. I didn’t expect an answer.  But he continued to smile and gave me a rousing thumbs up.  I fumbled with my camera, asking him to please repeat that gesture for the lens. Which he not only patiently did, but also made sure to say “See we’re not all the same”. Indeed!

I later showed this photo to the line of cops both in riot gear and white shirts lining Broadway around Wall Street.  To my delight, MOST of them cracked smiles, even the ones actively trying not to!

It’s time we recognized this tenacious spirit will not be repressed easily.  It’s time the mass media stopped shooting itself in the foot, making it obvious whose payroll they are on, and report the real news.  The times are truly changing, and they can come along willingly and joyfully, or be swept away forcefully by the mighty tide of human spirit.

I know the joy of our resistance will continue to persist until the wave is simply impossible to ignore.  Summer is coming, get out your cameras, your pens, and your support.

Solidarity and joy!