Se juntaron dos de las peores tendencias socio-culturales de nuestros tiempos:  el culto a las armas y el racismo.  Ambos siguen vivos no solamente dentro de millones de personas, pero más preocupante, siguen vivos dentro de muchas instituciones gubernamentales.  El fallo erróneo a favor de George Zimmerman, ha dejado en evidencia quel racismo institucionalizado no es cosa del pasado.  Inclusive, se sabe que de no haber sido por la presión popular, el fiscal de Sanford, Florida no le hubiera levantado cargos criminales a Zimmerman.  ¿La excusa? La ley de ‘Legitima Defensa o Stand your Ground’, una ley arcaica, legado de tiempos segregados y completamente racistas.  Poco a poco van saliendo al aire evidencias de un juicio manipulado. Hay reportes, que amigos del padre de Zimmerman (que es juez en Florida) habían influenciado el proceso.  Los fiscales, no se preocuparon de seleccionar un jurado imparcial y representativo, permitiendo que solamente una persona de color este presente y asegurándose que casi todas sean madres.  El mismo equipo de defensa, lamentó la pésima labor del fiscal.  La justicia siempre iba a evadir al joven Martin, no porque el sistema falló, sino porque funcionó.  Como dice el Occupied Wallstreet Journal, ‘los fundamentos de nuestro sistema legal y político fueron construidos conforme a una ideología del colonizador pionero, una ideología en la cual los derechos a la protección de la propiedad privada de un ciudadano (blanco) fueron siempre sagrados y los que amenazaban esas normas, siempre fueron ‘las otras personas’ gente negra, nativos americanos, asiáticos y otras minorías raciales.  Otro propósito del poder policial siempre fué mantener y monitorear cualquier amenaza en contra de los privilegios y propiedad blanca’.  Como dijo el filósofo afro americano W.E.B. Dubois “Un sistema no le puede fallar a aquellos para los cuales no fue diseñado.”

En los últimos días, hemos visto una movilización nacional potente a favor de Martin y se espera que el gobierno federal tome cartas en el asunto.  Hoy mismo el Grupo de Congresistas Afro-Americanos pidió al gobierno federal que se involucre.  Hasta Obama sorprendió a muchos cuando después de ‘pedir calma y obedecer la decisión del jurado’, manifestó que él se identifica con Trayvon Martin.  Celebridades de alto vuelo como Jay Z y Beyonce, Stevie Wonder y muchos más,  han declarado su apoyo al caso de Martin y están boicoteando al estado de Florida.  Aparte de la justicia callejera, que le podría llegar a Zimmerman en cualquier momento, cientos de personas están acampando en la  Sede del Gobierno Estatal en Tallahassee (Florida), pidiendo que eliminen leyes racistas y clamando “Justicia para Trayvon”.  El joven escritor Alex Fraser, ya sentenció a Zimmerman a tener una vida muy parecida a la de un joven negro.  Le escribió en una carta abierta que desde ahora en adelante, “Zimmerman sabrá y sentirá que significa vivir como un joven negro en este país.”

Recientemente, han salido al aire evidencias de la mala labor del fiscal de Sanford que no presentó el asombroso record escolar de Martin (con muy buenas notas académicas) ni tampoco dejo saber sobre los comentarios racistas que Zimmerman difundió por redes sociales (http://politicalblindspot.org/ george-zimmermans-old-myspace-surfaces-full-of-racist-statements-and-admissions-of-criminal-activity/). Hace dos días, un policía amigo de Zimmerman intentó fabricar un rescate heroico hecho por el mismo Zimmerman, a solo una milla de donde se estaba escondiendo (http:// t.co/a2d0eGDCLa).  También ya quedó claro que Zimmerman no era ni siquiera un miembro registrado de ningún grupo de vigilancia civil. http://thegrio.com/2012/03/21/ zimmerman-not-a-member-of-recognized-neighborhood-watch-organization/)

¿Qué nos depara el cercano futuro?  Si este veredicto no se revoca, el mensaje es claro: será legal asesinar a jóvenes negros sin razón.  ¿Y ahora qué? Este temor institucionalizado (sistematizado) a los negros, esta ansiedad (casi infundada) de los americanos blancos de ver a los afro-americanos en las calles, silenciará la verdadera ansiedad y miedo real que sienten las minorías raciales en todo momento cuando salen a la calle.  Este miedo que sienten estas comunidades es tan real, como el hecho de que en Estados Unidos, cada 30 horas, un policía, guardia de seguridad o vigilante mata a un hombre negro. ([email protected])

Justicia para Trayvon Martin A dos semanas del veredicto, sin justicia no habrá paz